El estrés afecta significativamente la salud mental. Puede provocar ansiedad, depresión, insomnio y dificultades para concentrarse. Además, el estrés crónico debilita la capacidad del cerebro para manejar emociones y resolver problemas, afectando el bienestar general. Practicar técnicas como la meditación, el ejercicio y mantener una buena red de apoyo social puede ayudar a reducir su impacto.
